El grupo más importante lo conformaban
los BLANCOS, compuestos por:
PENINSULARES: o españoles
nacidos en España. Generalmente eran funcionarios de alto rango que venían a
América por un período limitado de tiempo. No establecían relaciones muy
estrechas con los criollos y ostentaban el control de los asuntos políticos.
CRIOLLOS: eran los hijos de
madre y padre españoles, pero nacidos en América. Constituían la aristocracia
descendiente de los conquistadores y eran los propietarios de la tierra, no
obstante, no tenían derecho a ocupar cargos públicos o a participar de las
decisiones políticas.
También
existió un pequeño sector de españoles pobres que ocuparon cargos menores, como
escribientes, pequeños comerciantes, artesanos, soldados, etc.
El
segundo grupo social estaba conformado por los MESTIZOS, quienes formaban el sector más numeroso. Eran el
resultado de la mezcla entre españoles e indígenas y, por lo mismo, constituían
un grupo social muy inestable, rechazado pos los blancos y por los indios
puros.
Esto
había determinado su marginalidad en la sociedad: la mayoría de ellos eran
pobres, trabajaban como peones o en oficios de baja categoría y muchos se
dedicaban a la vagancia o al bandidaje.
Por
debajo de ellos se ubicaba un vasto sector de diversas castas sociales: MULATOS (mezcla de blancos y esclavos
negros), NEGROS (fueron muy pocos en
Chile pues su precio era muy elevado. Si bien eran esclavos, se les ocupaba en
tareas de confianza, en la administración del campo o en quehaceres
domésticos), ZAMBOS (mezcla de
indios y negros).
Como
un grupo aparte se debe destacar a los indígenas, que estaban divididos en
distintas categorías: los INDIOS LIBRES
estaban integrados a la sociedad colonial a través de la encomienda. Los INDIOS ESCLAVOS eran aquellos rebeldes
que se oponían a la dominación española. Recordemos que la esclavitud indígena
se decretó en 1608 y perduró hasta 1703, cuando se la anuló definitivamente.
A
la Iglesia le
cupo un papel de primera importancia en la difusión de la cultura europea en el
Nuevo Mundo. Desde el siglo XVI diversas comunidades religiosas se
establecieron en Chile, entre ellas los Dominicos, Franciscanos, Mercedarios,
Jesuitas y Agustinos.
Los
sacerdotes cumplieron labores como la prédica entre los indígenas, la fundación
de escuelas y la enseñanza de artes y oficios. Además, crearon iglesias y
hospitales.
Las
primeras escuelas funcionaron en los conventos, pero posteriormente los
cabildos se ocuparon de la fundación de otras. En general, las asignaturas
impartidas en ellas eran muy básicas y en todas estaba presente la enseñanza
religiosa.
Los
alumnos eran seleccionados entre los niños españoles, criollos e hijos de
caciques. Rara vez los mestizos se educaban en ellas.
En
el siglo XVIII la cultura tuvo un mayor desarrollo, con la creación de
instituciones tales como el Seminario Conciliar y el Convictorio de San
Francisco Javier, dependientes de la Congregación Jesuita ;
la Real Universidad
de San Felipe, fundada en Santiago en 1756 para el estudio de teología, leyes y
medicina; y la creación, años más tarde, de la Academia de San Luis,
obra de don Manuel de Salas, que impartía enseñanza técnica.
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